Jonathan

Últimamente no nos veíamos,
pero teniendo en cuenta que cada vez que bajo a mi pueblo natal, que es una vez por semana,
lo hago con el tiempo justo..se podía entender.
Ya que cuando nos veíamos era cuando iva con mi hijo
al parque, y últimamente con el colegio y el ritmo de cada día...
No era de extrañar que nos viéramos...

Supongo que estas navidades con las vacaciones del colegio
 nos hubiéramos vuelto a encontrar;
pero, no volveremos a encontrarnos, es triste...

Recuerdo ahora los pocos momentos que he compartido contigo...

Recuerdo las prácticas de coche contigo, yo era pura sensibilidad, sabía que hasta que no cambiase la persona que me daba las prácticas, no me lo sacaría,
por qué me ponía tan nerviosa? me decías...
pero cómo una persona así puede dar clases por dios!!!!! tú te lo sacaste a la primera, lo tenías claro...
nada podía contigo...

Recuerdo las veces que te encontré por la calle,
 tu peculiar forma de hablar,
 con esa mezcla de chico joven y a la vez mayor,
tan vital, tan entusiasta...

Supongo que por ello pudiste con esa enfermedad, pudiste con ella!
por ello creo que estabas más optimista,
se te veía, tan alegre, con fuerza renovada...

Se te podía confundir con un loco de esos que van por la calle, porque sólo los locos saben lo que es luchar
con todas sus fuerzas contra algo y que no se note...

Te gustaba la gente, siempre tenías alguna palabra hasta para las personas mayores: míralas que guapas...decías...

Sin embargo hace poco decidiste acabar con todo.
¿sabes? puedo sentir rabia cuando lo pienso,
me hago tan consciente ...
no seguiste luchando... nos has negado a todos tu presencia...

Pero no puedo juzgarte,
intuyo que eras consciente de muchas cosas,
sé que si lo hiciste fue pensado antes...





Gracias Jony (así te llamaba) por todas las prácticas compartidas, por tus ánimos,
gracias por los miércoles que viniste al parque a charlar...
siento mucho todo por lo que has pasado en esta vida, lo siento...
descansa en paz...

Pero que sepas que si nos vemos ahí arriba no te libras
de un tirón de orejas.

me quedo con tu sonrisa...
y con un poquito de tu peculiar esencia...

"Siempre queda perfume
en las manos de quien ofrece rosas".



(Mari)